miércoles, 24 de enero de 2024

Beren y Lúthien

 



Incluye mapas y árbol genealógico


Lúthien

Lúthien ( ‘hija del crepúsculo’ en sindarin), también llamada Tinúviel por Beren (‘ruiseñor’ en sindarin), es una elfa hija del rey Thingol y de Melian, la maia.

Lúthien nació en la Tierra Media en el año 1200 de la Edad de los Árboles y fue el ser más hermoso que jamás hubiera habitado Arda, y que jamás volvería a hacerlo.


...y allí, en el bosque de Neldoreth, nació Lúthien, y las blancas flores de niphrendil se adelantaron para saludarla como estrellas de la tierra.

 Dicen los Maestros de Tradición que Melian dio a luz a Lúthien en el año 1200 de la Edad de los Arboles en el Bosque de Neldoreth puesto que ella, de entre todos los espíritus de naturaleza Maiar, fue la única en tomar un cuerpo verdadero no como una simple vestidura; y es que el que Melian pudiera tener descendencia formaba parte del plan divino de Ilúvatar desde que éste tejiera el destino de Arda antes incluso de que el Mundo existiera. En su sangre por tanto se fundió la divina simiente de los Ainur con la sangre inmortal propia de los Eldar, y con su nacimiento las blancas niphredil florecieron pese a que en esa época aún no habían salido la Luna y el Sol (pues en Beleriand sólo la luz de las estrellas iluminaban el firmamento y las flores estaban sumidas en el Sueño de Yavanna), pero tanta era la belleza de la hija de Thingol que se produjo este prodigio. Y es que Lúthien era la más bella de todos los Hijos de Ilúvatar que fueron, son y serán pues sus ojos eran grises, y su cara resplandeciente, y sus cabellos oscuros caían como las sombras de la noche. No sólo su belleza era incomparable y de ella también se dijo que su voz era como una melodía, y que todo aquel que la oía se deleitaba con su inolvidable sonido.

Los años pasaron y Lúthien vivía en Doriath bajo la protección de la Cintura de Melian ajena a las guerras y la destrucción que Morgoth trajo a Beleriand a causa del robo de los Silmarils de Fëanor. Con la salida de la Luna y el Sol una eclosión de color y vida surgieron por toda la Tierra Media y la hija de Melian encontraba gran deleite en recorrer los bosques del reino cantando y bailando, y muchas veces acudía con ella Daeron el Bardo, que estaba enamorado a causa de su inenarrable belleza. 

Beren

Beren es un Edain, descendiente de la Casa de Bëor el Viejo, hijo de Barahir y Emeldir, nacido en el 432 de al Primera Edad. Se casó con Lúthien, a la que llamó después Tinúviel, hija del Rey de Doriath, Thingol, y de Melian, la maia. Del mismo modo que a Lúthien se la llama Tinúviel («ruiseñor»), a Beren se le llamó Erchamion («el manco»). Su romance con Lúthien es una de las grandes historias de los días antiguos.

Beren en Dorthonion

Beren era un guerrero, hijo del jefe de la Casa de Bëor, Barahir, el cual tras la Dagor Bragollach había rescatado al rey Finrod de un ataque de orcos. Como muestra de agradecimiento, Finrod le regaló a Barahir el anillo de Finarfin, su padre, que posteriormente sería conocido como el Anillo de Barahir, como prenda de que si él o cualquier pariente suyo llegaba portando ese anillo para pedirle ayuda, Finrod no se la negaría.

Después de esos acontecimientos, la Casa de Bëor sufrió los ataques de Morgoth sobre el bosque de Dorthonion, donde habitaban. Fueron tan crueles los ataques que en primer lugar las mujeres y niños fueron enviados a vivir lejos, junto a los hombres de la Casa de Hador. Y por otra parte, los que se quedaron fueron sufriendo cada vez más hasta que finalmente sólo le quedaron a Barahir doce compañeros, entre ellos su hijo Beren. Estos proscritos se volvieron una obsesión para Morgoth, y se propuso acabar con ellos a toda costa.
Han creado una guarida secreta en el ultimo lugar agradable de la region, un lago llamado Tarn Aeluin.

En el 460 de la Primera Edad, Sauron, por orden de Morgoth, logró dar con el paradero de Barahir y sus hombres, gracias a la traicion bajo engaño de uno de ellos, Gorlim, y mediante una emboscada los orcos les dieron muerte. Pero Beren se salvó, pues no se encontraba con ellos, y después de vengar la muerte de su padre y recuperar el Anillo de Barahir, vivió a la intemperie durante varios años. 
Sauron intensificó su búsqueda, pero nunca pudo dar con Beren. Este terminó huyendo al sur de Dorthonion, y a lo lejos entrevió el reino de Doriath, todavía no hollado por pie mortal. De alguna manera supo que allí se encontraba su destino, y a dicho lugar se dirigió. 
Durante el viaje, llegó al valle de Nan Dungortheb donde pasó mucho tiempo combatiendo con las arañas gigantes del lugar, la prole de Ungoliant. Nunca quiso contar después las peripecias de ese viaje espantoso. 
Llegó tambaleándose y con cabeza cana al bosque de Doriath, que se encontraba protegido por el hechizo de la Cintura de Melian (que evitaba que cualquier extraño al reino entrara al bosque sin perderse), pero como un destino superior al poder de Melian lo acompañaba, no se perdió.

Beren y Luthien

Lúthien vivió en Doriath, como hija del rey Thingol durante cientos de años antes de conocer a Beren el cual atravesó de forma inexplicable las defensas del reino («El cerco de Melian») y se encontró accidentalmente con ella mientras ésta cantaba bajo los árboles (464 PE). 
Y sucedió que en el año 464 de la Primera Edad, en una de estas salidas, se encontró con Beren (que la llamó Tinúviel), en el Bosque de Neldoreth, mas este primer encuentro fue breve pues Lúthien desapareció de súbito; era verano, y por primera vez un mortal veía a la hija del Rey Thingol. 

Hasta la primavera del año siguiente no se lo volvió a encontrar, pero esta vez no huyó y cuando él la tomó de la mano el amor surgió entre los dos. 
Desde entonces paseaban con frecuencia por los bosques y se dice que por ese tiempo fueron los más felices de entre todos los Eruhíni.

Se enamoraron y estuvieron encontrándose en secreto hasta que Daeron el Bardo los descubrió y forzó a Lúthien a presentar al mortal ante el trono de su padre.

Thingol se opuso desde el principio a su relación con un hombre mortal. Durante este primer encuentro, tras la sorpresa de descubrir la identidad y la raza del extraño, Thingol, que no deseaba que su hija se relacionara con un hombre mortal, le impuso como condición para desposar su mano una tarea que consideró imposible: robar uno de los Silmarill creados por Fëanor y que brillaban engarzados en la corona de hierro de Morgoth en Angband y traérselo «en la mano». Thingol pensaba que, ante este objetivo esencialmente inalcanzable, Beren desistiría; pero no fue así. Beren aceptó el desafío y promete no regresar hasta que traiga uno de los Somarils, y tras despedirse de Lúthien emprendió su tarea.
Esto ocasiona que la maldicion de Mandos caiga sobre Doriath.

Para ello decide buscar la ayuda del príncipe Finrod Felagund, hermano de Galadriel e hijo de Finarfin.

 Finrod reconoce a Beren como hijo de Barahir, aún sin el anillo, y se ofrece a ayudarle, aunque se percata de lo mortal de tal cometido. 

Pero los nobles de Nargothrond, el reino de Finrod, se oponen, convencidos por los hijos de Fëanor Celegorm y Curufin (que por entonces residían allí), desalentado p0or este cambio de leaktad en su pueblo, Finrod abdica y arroja su corona la suelo. de manera que solamente diez elfos salen en compañía de Finrod y Beren.

Beren y Finrod parten en busca de los Silmarils, siguen le rio Narog al norte. son descubiertos, peor matan a los orcos y se disfrazan con sus ropas y Finrod trasforma su rostros.

Pero Suaron sospecha de esos orcos, y son capturados por Sauron en las mazmorras de Tol-in-Gaurhoth. Ahí, Finrod lucha contra Sauron, pero es encarcelado con todos sus compañeros.

Ya era otoño, corría el año 465 P.E., cuando sintió como un súbito miedo se apoderaba de su corazón y por ello acudió en busca de su madre. Esta le dijo que Beren había sido capturado por Sauron y que se encontraba cautivo en Tol-in-Gaurhoth donde le esperaba una muerte segura, y por ello decidió partir de inmediato para reunirse con su amado. Buscando la ayuda de Daeron pero este la denunció ante Thingol, que la recluyó en el más alto árbol del Bosque de Neldoreth, en la aya llamada Hírilorn, donde se le construyó una morada de la cual no pudiera escapar. Sin embargo Lúthien recurrió a su magia y haciendo crecer sus cabellos trenzó una larga cuerda y se tejió una oscura capa con un hechizo de sueño gracias a lo cual logró escapar de Doriath.

Tras su huida de casa de su padre, se encontró con Huan, un sabueso de Valinor, y con Celegorm y Curufin. Sin embargo, tras mostrarse ante ellos, pensando que había encontrado unos aliados, Celegorm se enamoró de ella y la llevó engañada a Nargothrond, donde una vez de nuevo se encontró encerrada.

 Durante su estancia en Nargothrond Lúthien se ganó el cariño de Huan.
Y pasado un tiempo el perro de Celegorm le devolvió su capa oscura y la llevó fuera del palacio permitiéndole que lo cabalgara sobre su lomo. 
En Tol-in-Gaurthoth, los diez elfos han sido torrutaros y deborados uno por uno tratando de sacarles la informacion de que estaban haciendo y  ya solo quedan Beren y Finrod
Ahora le toca le turno a Beren, pero Finrod, fiel a su palabra, se libera y lucha con el hombre lobo, logra matarlo, pero sus heridas son mortales y muere en una oscura mazmorra.

Y así fue que la hija de Melian llegó a tiempo para salvar a Beren porque se canta que una vez ante la antigua torre de Minas Tirith entonó un canto al cual respondió su amado antes de perder el conocimiento. Sauron, que había oído este canto, decidió capturar a la bella Tinúviel para ganarse una gran recompensa del Señor Oscuro, y con este objeto envió a sus más terribles lobos, pero estos fueron muertos uno a uno por el implacable Huan (incluyendo  al padre de los licántropos, el viejo Draugluin).

Hasta que el Hechicero no tuvo más remedio que asumir él mismo la forma de un horrible licántropo para intentar hacerse con ella. Tan imponente era esta criatura que Lúthien perdió el sentido al contemplarla, pero antes de caer le tiró a los ojos su oscura capa y Sauron se vio momentáneamente afectado por el hechizo de sueño.

Gracias a esta acción pudo Huan enfrentarse con su adversario y tomándolo con sus poderosas mandíbulas esperó a que Lúthien se recuperara, y así fue como la hija de Melian obligó al Hechicero a rendirse y a cederle la posesión de su guarida. Tras la huida de Sauron Lúthien entonó un poderoso canto de poder que hizo que la torre se derrumbara y de este modo, y ayudada por el fiel perro, logró rescatar de la muerte a su amado Beren. 

Finrod había muerto al dar su vida defendiendo al hijo de Barahir y tras darle sepultura Beren y Lúthien recorrieron felices los bosques en libertad, y aunque ya era invierno se dice que por donde pasaba la hija de Thingol los pájaros cantaban luciendo todas las flores hermosas y alegres como nunca.

De este modo llegaron a los confines de Doriath cuando de súbito apareció Curufin a caballo. El hijo de Fëanor tomó a Lúthien mientras su hermano Celegorm se enfrentaba a Beren, pero éste dio tal salto que logró agarrar a Curufin por el cuello logrando derribar al jinete y a su cautiva de la montura. 

Celegorm se acercó entonces para atacar a Beren pero Huan se lo impidió, tras lo cual Curufin, lleno de rabia (pues Lúthien había impedido antes su muerte a manos de Beren), lanzó una flecha a Tinúviel en cuyo camino se interpuso su amado cayendo herido en el pecho. Huan persiguió furisoso a los atacantes y al regresar le trajo a Lúthien unas hierbas con las que ésta logró curar las heridas de Beren.

Entrado ya el año 466 P.E. la pareja de enamorados entró en los confines de Doriath y sucedió que Beren no podía olvidar el juramento que hiciera y por ello decidió abandonar a su amada para dirigirse al norte en cumplimiento de su misión. Lúthien despertó al poco de la partida de Beren y se dice que escuchó la voz de su amado que cantaba triste a causa de la nueva separación, y montando de nuevo a lomos de Huan siguió el rastro a toda prisa. 

Gracias a las artes de Lúthien Huan tomó la forma de Draugluin y ella asumió la apariencia de Thuringwethil, el mensajero de Angband, y de esta guisa atravesaron Taur-un-Fuin logrando dar alcance a Beren. 


Una vez reunida con su amado éste comprendió que su destino estaba ligado al suyo y por ello decidió que era inevitable que Lúthien se enfrentara al terror que les esperaba en el norte.

 La magia de la hija de Melian actuó de nuevo y cambiando la apariencia de Beren lo transformó en Draugluin encaminándose como formas siniestras hasta las puertas de Angband. 

En la Balada de Leithian se cuenta cómo Lúthien se enfrentó con Carcharoth dejándolo dormido, y tras esto se encaminaron hasta la profunda cámara donde estaba el oscuro trono de Morgoth. Una vez ante el Señor Oscuro Lúthien perdió su apariencia, quedando el Vala tan impresionado por su belleza que incluso llegó a sentir deseos de tomarla por la fuerza.
Pero Lúthien comenzó a cantar y con su poder sumió a Morgoth y a todos sus sirvientes en un profundo sueño. 


Este momento fue aprovechado por Beren para coger uno de los Silmarils de la Corona de Hierro.
Mas cuando intentó coger el segundo su cuchillo se rompió y uno de los fragmentos hirió al Señor Oscuro haciendo que se despertara. Morgoth dio la voz de alarma y todos sus sirvientes despertaron del trance y por ello Beren y Lúthien huyeron a toda prisa con uno de los Silmarils.
 A la salida de Angband se encontraron con que Carcharoth se había despertado y el lobo saltó sobre Lúthien para atacarla. Beren se interpuso en el camino de la bestia y sosteniendo la Joya de Fëanor en su mano derecha se enfrentó a él intentando hacerlo retroceder.

Pero Carcharoth le arrancó la mano y se tragó el Silmaril de un bocado, lo cual le provocó un dolor insoportable, pues la Sagrada Joya le quemaba y ardía en sus entrañas. Lúthien se apresuró en extraer el veneno de los colmillos de la herida intentando salvar a su amado, pero el poder de Angband estaba de nuevo en marcha y no había escapatoria posible. 

Y cuando todo estaba perdido aparecieron tres Grandes Aguilas que habían sido avisadas por Huan, y alzándolos por los aires los pusieron a salvo depositándolos en las fronteras de Doriath, que llamarían a Beren a partir de entonces Erchamion (el manco).

Beren estuvo por un tiempo al borde de la muerte, pero Huan ayudó a Lúthien en sus cuidados, y finalmente, cuando ya era primavera, sanó de su mortal herida. 
Tras esto se dirigieron a Menegroth y una vez ante Thingol contaron su historia, y Beren mostró el brazo con la mano arrancada y afirmó que había cumplido su tarea, ya que el Silmaril estaba en ese momento en su mano faltante (y dentro del estómago de Carcharoth) (esta acontecimiento provoco que tambien se le llamara Camiost, que significa mano vacia), con lo que el Rey comprendió que este no era un hombre normal y que no se podía oponer a los dictados del destino, concediendo la mano de su hija al hijo de Barahir en presencia de los habitantes de las Mil Cavernas.

En tanto, debido al dolor que le causa el Silmaril, Carcharoth se volvió loco y causaba estragos en todas las tierras por las que pasaba, llegando incluso a internarse en Doriath a pesar de la Cintura de Melian, debido al poder de la Joya. 
Beren, sintiéndose responsable, decide darle muerte, así que junto al rey Thingol se dirige al encuentro de Carcharoth.

 Sin embargo, este los ataca por sorpresa, dejando gravemente herido a Beren. 
En este momento aparece nuevamente Huan, quien se enfrenta con Carcharoth. 


En esta batalla, ambos animales mueren. Cuando abren a Carcharoth, encuentran que todo su interior está calcinado, y ven la mano intacta de Beren sosteniendo el Silmaril.

 Lúthien se reunió con su amado a los pies de Hírilorn antes de que este muriera, y al despedirse le pidió que se demorara en Mandos tanto como pudiera antes de partir para siempre en busca del Destino de los Hombres (puesto que este no se encuentra en los confines de Arda)

El espíritu de Lúthien se fue apagando poco a poco, hasta que en el año 467 P.E. abandona su cuerpo y se traslada a Mandos, a las Estancias de la Espera. Una vez allí se arrodilló ante el Vala Mandos y entonó un lamento profundo, la canción más hermosa y triste que nunca se hubiera escuchado, logrando que el Vala sintiera piedad y dolor por su lamento (y es que se dice que ese día Mandos se conmovió como nunca antes hiciera y como nunca en el futuro lo hará) 

...y cuando Lúthien se arrodilló a los pies de Mandos, sus lágrimas cayeron como lluvia sobre la piedra, y Mandos se conmovió, él que nunca se conmoviera antes y que nunca se conmovió después.
Pero el Vala no tenía el poder de mantener el espíritu de Beren en Arda por mucho tiempo (pues los Valar no podía suprimir el Don de Ilúvatar para los Hombres) y por ello decidió recurrir al consejo de Manwë, quien tras consultar con Eru Ilúvatar (y tras acción directa de éste) dio a Lúthien a elegir entre dos opciones: a Lúthien se le permitiría vivir en Valinor hasta el fin de sus días como recompensa por su abnegación, pero Beren tendría que abandonar el mundo, pues tal es el Destino de los Hombres; o bien  regresar a la Tierra Media y llevar consigo a Beren para morar allí otra vez, mas sin ninguna seguridad de vida o alegría. Ella se volvería entonces mortal y estaría sometida a una segunda muerte, lo mismo que él, y antes de no mucho abandonaría el mundo para siempre y su belleza no sería más que un recuerdo en el canto.
 Esta fue la elección de Lúthien, la mortalidad, y a causa de su decisión se dice que sólo ella murió realmente de entre todos los Eldar, y no debemos olvidar que su renuncia a la inmortalidad fue una renuncia por amor verdadero.


En Ossiriand

En el año 468 P.E. se produjo el regreso de Beren y Lúthien a la Tierra Media tomando de nuevo sus cuerpos mortales 
Regresaron primero a Doriath (468 PE), donde Lúthien alivio a su padre de la intensa angustia en que se había sumido tras su muerte, y para despedirse de su madre Melian, quien sintió un gran dolor al comprender que la despedida las mantendría separadas aún después de la muerte a causa de la elección de su hija.

Y fueron entonces a vivir a las tierras al sur de Beleriand, a los bosques de Ossiriand, a Tol Galen en el Río Adurant (lugar desde entonces conocido como Dor Firn i Guinar, "la Tierra de los Muertos que Viven").

En su nueva morada vivieron en paz y felicidad, y al año siguiente (470 PE) nació Dior Aranel, El Hermoso, primero de los Medio Elfos.  De él descendieron los medio elfos y posteriormente los reyes de los Númenóreanos y el resto de los dúnedain.

Años más tarde, en el 503 P.E., llegan a Tol Galen las noticias del saqueo de Menegroth por los Enanos de Nogrod, que habían robado el Nauglamír (el Collar de los Enanos que tenía el Silmaril engarzado) y dado muerte a Thingol. 

Beren, Dior y muchos otros Elfos Verdes de la región, junto con lso Ents, partieron de inmediato y tras interceptar a los invasores lograron recuperar el Nauglamír que luego sería entregado por Beren a su esposa Lúthien.

Y se dice que por un tiempo la llamada Tierra de los Muertos que Viven (pues así conocían también los Eldar la tierra de Tol Galen) se hizo semejante en luz y prosperidad a la mismísima Valinor a causa de la Sagrada Joya. 
Mientras Lúthien lució el Nauglamír alrededor de su cuello su belleza radiante se vio aumentada aún más (si es que esto era posible), pero también dicen los Sabios que fue por haber portado el Silmaril el fin de Lúthien llegó antes de tiempo puesto que su intensa luz no podía ser soportada por la carne mortal. 


En este mismo año, Dior, que como heredero de Thingol, se convirtio en rey de Doriath y fue a vivir a Menegroth  recibió la visita de un mensajero de los Laiquendi que le trajo el Silmaril que portara Lúthien, y cuando contempló la Joya tuvo la certeza de que sus padres habían muerto. 


PD 1-
Pero el final de esta historia no debe ser triste, pues debemos pensar que Beren y Lúthien compartieron finalmente el mismo destino, y que algún día volverán a pasear juntos cuando llegue el día del Juicio Final, si bien este tiempo está aún por venir.



Lúthien fue la más hermosa de los elfos, y también fue una de las más poderosas, pudiendo con su magia hechizar al propio Morgoth (y también a su discípulo Sauron). 

De entre todos los elfos, sólo ella murió realmente, al compartir voluntariamente el destino de los Segundos Nacidos para estar junto a Beren; aunque algunos de sus descendientes medio elfos siguieron su camino: Elros, hermano de Elrond y primer rey de los Numenóreanos; y Arwen, hija de Elrond, que se decía había traído de nuevo a la Tierra Media la belleza de Lúthien, y que decidió la mortalidad por su amado, el dúnadan Aragorn, rey de Gondor y Arnor.







PD 2-
Tolkien y su esposa eran Beren y Lúthien






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