Mientras Anakin se recupera de las heridas sufridas durante la Batalla de Quell , Rex ve una nave separatista que desciende cerca de la aldea Lurmen. Tee Watt Kaa va al encuentro de los recién llegados, mientras los Jedi escapan, para evitar que los Lurmen tengan que pagar el precio de su presencia. El comandante separatista, Lok Durd, impone su "protección" a los lurmen y ordena que saqueen la aldea para asegurar su " nueva colonia ".
Mientras estan escondidos, los Jedi y los clones discuten las creencias de los Lurmen. Desafortunadamente, son escuchados por un droide explorador que se apresura a informar a la base, pero después de una larga persecución, Aayla lo intercepta y lo corta por la mitad.
Preguntándose a dónde se dirigía, trepan a un árbol gigante y ven una base de comunicaciones separatista fuertemente custodiada recientemente construida. La base está bien vigilada. Además, ven a los separatistas desplegando algún tipo de artillería, que Rex y Bly deciden explorar.
Lok anuncia a sus droides que había desarrollado un defoliador, un arma capaz de destruir la vida orgánica dejando ilesas las no orgánicas. El arma realiza una prueba de disparo, dejando intactos a los droides asignados a la prueba, pero destruyendo la vegetación local en un área amplia y casi también a Rex y Bly. Lok declara que la prueba fue un éxito, pero el Conde Dooku , hablando con Lok a través de un holograma , sugiere que sería mejor probar el defoliador en objetivos vivos, como los Lurmen.
Anakin predice que los separatistas se dirigen hacia los Lurmen, por lo que les dice a todos que destruirán la estación de comunicaciones, robarán el transbordador y luego regresarán para ayudar a los Lurmen. Ahsoka señala que Tee Watt Kaa no quería su ayuda; Anakin justifica que existe una diferencia entre arrastrar a inocentes a una guerra y dejarlos a la extinción.
Tub le dice a una mariposa portadora que informe a Wag Too sobre los separatistas. Cuando cae la noche, los Jedi y los clones se infiltran en la base y eliminan a todos los droides de batalla en su camino.
El grupo finalmente se lleva la lanzadera y dos generadores de escudo y regresa a la aldea Lurmen, informándoles sobre el ataque inminente. Sin embargo, Tee Watt Kaa se niega a luchar y se aferra a las creencias de su pueblo incluso si eso significa su muerte, a pesar de las súplicas de Wag Too de que al menos deben defenderse.
Los Jedi y los clones usan cápsulas gigantes para construir una barricada alrededor de la aldea e instalar los generadores de escudos, a pesar de las obstinadas protestas de Tee Watt Kaa.
Se dispara una bala defoliadora contra la aldea, pero el escudo protege la aldea, lo que obliga a Lok a enviar sus droides de batalla.
Los Jedi y los clones luego salen para encontrarse con sus enemigos. Se las arreglan para defenderse de la primera ola, pero la segunda y tercera oleada de droides se esconden detrás del escudo y destruyen los generadores.
Desafiando a su padre, Wag Too y sus amigos se enfrentan a los droides.
Mientras tanto, Anakin destruye el cañón defoliador y se abre camino hacia Lok, capturándolo mediante levitación.
Mientras Anakin y sus compañeros se preparan para partir, Wag Too y Tee Watt Kaa le dan las gracias. Sin embargo, el anciano dice: "Aún me pregunto, ¿a qué precio?", mientras el Resolute y otros dos cruceros de la República aparecen en el cielo.
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