El ejército de la República avanza hacia la enorme fundición de droides después de destruir el generador de escudo principal. El escuadrón de cañoneras de Luminara Unduli se ve obligado a aterrizar al sur de la posición de Anakin Skywalker.
Mientras tanto, Ahsoka Tano está informando a su escuadrón clon sobre el plan de batalla para tomar el control del puente que se aproxima destruyendo los emplazamientos de armas del otro lado, pero Skywalker sigue interrumpiendo sus frases. Una vez terminada la sesión informativa, ella le pregunta por qué sigue irrumpiendo en sus sesiones informativas, lo que le hace creer que él no confía en ella. Skywalker se defiende diciendo que sólo quiere hacer bien el trabajo, pero esto sólo fortalece la irritación de Tano. Están discutiendo mientras Luminara y su padawan Barriss Offee llegan para discutir el plan de ataque.
Luego, los cuatro Jedi analizan los datos tácticos de la fábrica de droides. Skywalker sugiere audazmente un ataque frontal, pero Unduli dice que un asalto frontal sería demasiado arriesgado. Ella sugiere infiltrarse en las catacumbas geonosianas debajo de la fábrica, accesibles a través del fondo del desfiladero, ingresar a la fundición y destruir su reactor principal con explosivos.
Mientras las padawans despegan, Unduli le pregunta a Skywalker por qué no quiere que Tano participe, a lo que él no responde. Luego preparan un asalto frontal haciendo que sus tropas avancen directamente hacia el puente. Mientras tanto, dentro de la fábrica, Lord Poggle y su droide táctico TX-21 monitorean la eficiencia de la fábrica. Aunque está funcionando al 50 por ciento de su capacidad, ya ha producido diez guarniciones de nuevos droides listos para desplegar. Una nueva arma, súper tanques capaces de repeler la artillería de la República, también se acerca al estado operativo.
Anakin y Luminara, junto con el Capitán Rex y los soldados clon del Comandante Gree, cruzan el puente para luchar contra los droides. Desafortunadamente, caen en una trampa, cuando los geonosianos comienzan a salir de las agujas circundantes, dejando a sus fuerzas en un punto muerto. Mientras los Jedi continúan avanzando, su droide táctico le aconseja a Poggle que suelte los súper tanques, equipados con una armadura con protección contra rayos lo suficientemente poderosa como para resistir la artillería de la República.
Abajo, los padawans se han infiltrado con éxito en las catacumbas.
Pasan sigilosamente una pared llena de geonosianos dormidos y proceden con cuidado, pero no pueden evitar despertar a un geonosiano, que los sigue a través de las catacumbas desde ese punto en adelante.
Finalmente, los padawans llegan al reactor principal de la fábrica y comienzan a colocar explosivos a su alrededor.
Sin embargo, el geonosiano al que despertaron alertó a Poggle y su droide táctico, quienes llegan con un súper tanque y muchos guerreros geonosianos a la sala del reactor.
Los guerreros comienzan a sacar sus bombas del reactor mientras el tanque comienza a disparar contra las padawans. Ahsoka intenta detener a los geonosianos agarrando a dos guerreros alados, pero estos hacen que se golpee contra el reactor y la deje inconsciente.
Mientras los geonosianos escapan a las catacumbas, Offee tiene que elegir: las bombas o la vida de Ahsoka.
Afuera, los cañones de mortero de los súper tanques acaban rápidamente con las fuerzas clon y sus cañones. Skywalker ordena una retirada mientras él y Unduli colocan bombas en la parte inferior del puente sobre el que se encuentran los tanques, antes de detonarlas.
Luego tendrán que enfrentarse a la segunda oleada de droides de batalla sin artillería pesada, apoyo de infantería ni escapatoria.
Dentro de la fábrica, Offee ataca el súper tanque, destruye a los conductores droides y toma con éxito el control del tanque cuando Ahsoka se despierta. Deciden usar el tanque para destruir el reactor, sabiendo que no sobrevivirán.
La explosión destruye la fábrica, provocando que la torre en la que estaba construida se derrumbe sobre los droides que atacan a los Maestros y al ejército clon, pero la armadura pesada del tanque protege a los padawans de la explosión masiva.
Después de no poder contactar a los padawans a través de su comunicador, Unduli cree que están muertos, pero Skywalker ordena con determinación que se muevan los escombros.
Muy por debajo de la superficie, en la cabina del súper tanque, Tano y Offee luchan por mantenerse conscientes.
Preocupada de que mueran por falta de aire, Tano crea un comunicador a partir de una celda de energía del tanque en un intento de contactar a su maestro. Al recibir la señal, Skywalker corre hacia una pila de escombros, y los dos maestros levantan telequinéticamente los escombros del tanque, liberando a sus padawans.
Al ver a las dos chicas todavía con vida, Anakin le dice a Unduli que nunca perdió la fe en encontrar a sus aprendices, reprendiéndola por darse por vencida con ellas demasiado pronto, pero Luminara responde que, a diferencia de él, cuando llegue el momento ella simplemente esta preparada para dejar ir a su alumno y le pregunta a Skywalker si puede decir lo mismo, a lo que él no responde. Unos segundos más tarde, mientras Luminara felicita a su padawan por el éxito de la misión, Bariss le dice a su Maestro que fue gracias a Ahsoka que lograron contactar a Anakin; Unduli luego le admite a Ahsoka que su maestro nunca perdió la fe en ella.
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