2.13 Viaje de tentación

 

A bordo de la nave Coronet de los Nuevos Mandalorianos, Obi-Wan y Anakin informan a los soldados clon sobre la situación. A los clones y al droide astromecánico R2-D2 se les dice que la seguridad de la duquesa Satine Kryze es de suma importancia. También se les dice que busquen cualquier actividad sospechosa a bordo de la nave que pueda apuntar a la Guardia de la Muerte o los Separatistas. 

Obi-Wan y Anakin son convocados para reunirse con la duquesa, y Anakin percibe por la tensión de Obi-Wan que él y Satine alguna vez fueron cercanos. 

Al llegar, Obi-Wan y Satine discuten la naturaleza de la guerra; Satine desea obstinadamente permanecer neutral a pesar de la posible participación separatista, pero Obi-Wan le advierte que puede que esa no sea una opción.

Cuando se van, Anakin pregunta a Obi-Wan, este le dice que estuvieron juntos durante bastante tiempo en una mision, y que efectivamente, estuvo enamorado. Pero al finla elegio el camino de los Jedi.

Mientras el Coronet salta al hiperespacio, los clones Redeye y Mixer son atacados por una sonda asesina. Rex contacta a Obi-Wan cuando no puede encontrar a los dos clones y Anakin va a ayudarlos en su búsqueda. 

Descubren una caja de carga que está misteriosamente abierta y falta el contenido.

 Anakin informa a Obi-Wan, quien está cenando con Satine y numerosos senadores.

 Anakin y los clones descubren la sonda asesina y la destruyen, pero otra se abre camino por un turboascensor hacia el comedor. 

Obi-Wan destruye la segunda sonda.

Y ambos grupos son atacados por numerosos pequeños droides asesinos SD-K4a que estaban almacenados en los más grandes. 

Las sondas son destruidos en la siguiente batalla.

 Anakin se entera por un droide de protocolo que la caja que contenia los droides fue ordenada a bordo por uno de los cuatro senadores ahora a bordo de la nave; Obi-Wan descubre que queda un droide asesino con vida y decide realizar un experimento. Sosteniendo al droide en un plato de comida, le presenta a cada uno de los cuatro senadores. El droide intenta atacar a los senadores Orn Free Taa , Onaconda Farr y Kin Robb, pero permanece tranquilo cuando está cerca de Tal Merrik, el senador de Kalevala, exponiéndolo como el traidor. 

Merrik toma a Satine como rehén y escapa de la habitación. Mientras Anakin y los clones terminan de destruir a todos los droides asesinos, Merrik se dirige a la cabina, donde asesina a la tripulación. Saca la nave del hiperespacio y se comunica con Pre Vizsla, quien envía tres naves de abordaje llenas de superdroides de batalla de la serie B2 para reforzar a Merrik en el Coronet .

Mientras Anakin, Rex, Cody, los clones y la guardia real de Satine mantienen a raya a los droides, Obi-Wan intenta arrestar a Merrik. 

Sin embargo, Merrik ha equipado los motores de la nave con explosivos y advierte a Obi-Wan que se quede atrás o detonará los explosivos. Satine le ruega a Obi-Wan que se mantenga firme, y el Jedi lo sigue a distancia mientras Merrik arrastra a Satine hacia una de las naves de abordaje. Satine finalmente le confiesa a Obi-Wan que lo ama; Obi-Wan admite que habría dejado la Orden Jedi por ella, a lo que Merrik responde con disgusto. 

Satine logra escapar del agarre de Merrik y robar su bláster. Merrik comienza a burlarse de Satine y los Jedi, burlándose de que ninguno de ellos es lo suficientemente valiente como para matarlo: si Satine lo mata, traicionará sus puntos de vista pacifistas, mientras que si Kenobi lo mata, perderá el respeto de Satine. 

Obi-Wan y Satine dudan, pero antes de que puedan actuar, Anakin atraviesa a Merrik con su sable de luz por detrás, matándolo.

El Coronet finalmente llega a Coruscant, donde Palpatine felicita a los Jedi por su trabajo. Satine se acerca a Obi-Wan y coquetea con él casualmente, comentando con escepticismo sobre su barba (que según ella oculta demasiado su hermoso rostro), y Anakin y Obi-Wan admiran a Satine mientras ella sube a un deslizador y se va.