3.5 Corrupción

 

Si bien el esfuerzo de la duquesa Satine por mantener a Mandalore fuera de las Guerras Clon tuvo éxito, su mundo ahora enfrenta una crisis económica: debido a la furiosa guerra, ya no recibe envíos de suministros vitales, y ha suplicado al Senado que permita que se abran rutas comerciales ya que el contrabando, en combinación con la corrupción, se ha convertido en la única forma de enviar los suministros necesarios.

 Padmé Amidala viaja a la ciudad capital de los Nuevos Mandalorianos, Sundari, para asegurarle a Satine la ayuda de las facciones útiles en el Senado Galáctico. 

Todos los mandalorianos de la ciudad la saludan cuando se dirige al palacio de Satine.

Pero al mismo tiempo, una banda de contrabandistas moogan aterriza en los muelles de carga y soborna a un oficial de aduanas corrupto para que los haga de la vista gorda. Para aumentar sus ganancias por cantidad, los contrabandistas diluyen el té entregado con un químico tóxico llamado slabin una vez en el planeta.

Padmé y Satine pronto se encuentran en una situación difícil ya que ninguno de los miembros del Consejo de Gobierno Mandaloriano puede ponerse de acuerdo sobre una postura común sobre pedir ayuda a la República, ya que la corrupción está muy extendida en su sistema político, un tema que preocupa a las dos mujeres. 

Durante la cena, Padme se muestra fustrada por el curso de la guerra y los contradictorios informes de le la oficina del canciller, la gustaria ser neutral, pero es fiel a la Republica y a su lucha contra la corrupción.

Al día siguiente, Satine lleva a Padmé a un hospital recién inaugurado, pero se horrorizan al descubrir una gran cantidad de niños enfermos en el interior que han sido envenenados con una sustancia desconocida. La única pista es que todos los niños afectados van la misma escuela, por lo que se cree que la causa está relacionada con la comida que les han servido.

El primer ministro Almec sospecha de la Guardia de la Muerte por este hecho, que Satine se niega a creer, ya que la mayoría de ellos la atacan a ella y a la administración. 

Satine asigna a sus guardaespaldas personales para investigar el brote, mientras que ella y Padmé también realizan una investigación propia.

 En la escuela, descubren que los unicos alimentos que no se han investigado han sido las botellas de te, ya que estas llegan del exterior.

Analizan las bebidas de té y encuentran el químico dentro, e intentan usar los registros de importación de entrega para rastrear su fuente de origen. 

Ante esto, el superintendente de la escuela intenta escabullirse, pero es arrestado por los guardias de Satine y obligado a hablar. Les dice el nombre del intermediario a través del cual recibió las bebidas: Siddiq, un empleado de una empresa de envíos.

Aunque Siddiq se muestra bastante indiferente ante la difícil situación de los niños, les informa a Satine y Padmé que el envío de té procede de Mooga y que se espera que llegue otro envío esa misma noche.

 Padmé, Satine y uno de los guardias ducales se escabullen hasta el muelle en cuestión y son testigos de la llegada del envío y de la complicidad del oficial de aduanas. 

El capitán de policía niega obstinadamente la observación de Satine y Padmé, alegando que no se lleva a cabo ninguna actividad delictiva bajo su jurisdicción, pero cuando lo llevan al almacén del muelle donde se almacena el té y ve la operación por sí mismo, se deja convencer rápidamente. 

Los contrabandistas abren fuego contra el grupo que intenta arrestarlos.

Pero usando un contenedor de carga como escudo, Padmé y los guardias entran y los sacan.

Tras el arresto de los conspiradores, Satine hace quemar el almacén y su contenido.

Sin embargo, cuando Satine y Padmé se presentan ante Almec, el Primer Ministro se muestra extrañamente reacio a reconocer la corrupción dentro del gobierno mandaloriano y simplemente promete que investigará el asunto. 

Mientras Padmé se prepara para irse, Satine le sugiere que envíe a un Jedi como agente encubierto a la academia, y Padmé promete llevar el asunto ante el Maestro Yoda.