Conan El Barbaro 10

 

El numero incluye la reimpresión de Black Knight 5.

Octubre de 1971

"¡Cuidado con la ira de Anu!"

Escritor(es)

Roy Thomas

Dibujante(s)

Barry Smith

Conan y Jenna llegan a una ciudad-estado de Corinto, pero se encuentran con algunos problemas al intentar entrar. 

Los guardias se distraen con una patrulla que persigue a un par de ladrones, y cuando Conan se interpone en el camino de sus flechas, dirigen su ira contra él. A su vez, los ladrones lo salvan, ya que lo ayudan a escapar por los tejados, lamentablemente dejando atrás a Jenna, aunque primero le dicen que se reúna con ellos en el Templo de Amu. 

Resulta que uno de los ladrones es Burgun, con quien Conan se alió brevemente en la ciudad perdida de Lanjau (Conan El Barbaro #8). Burgun, Conan y el tercer hombre, Igon, visitan el templo de Anu, cuyo sacerdote actúa como su perista de forma regular. 

Conan se reúne con Jenna y decide ayudar a Burgun en sus incursiones de robo, siempre un paso por delante del Capitán Aron. Finalmente, el dúo apunta al gobernante secreto de la ciudad, el Sacerdote Rojo Nabonido. 

Mientras tanto, el capitán Aron sigue la pista de los ladrones hasta el Templo de Anu, amenazando y sobornando al sacerdote para que le ayude a tender una trampa y capturan a Burgun. A Igon, más interesado en Jenna, no parece importarle que su compañero esté preso y se niega a ayudar a Conan a liberarlo. 

Burgun es ahorcado, pero Conan nota que Aron se reúne con el sacerdote en la ventana del Templo de Anu. Enfadado más allá de lo creíble, Conan se enfrenta al sacerdote, que invoca al propio Anu, un dios-toro humanoide rojo. 

El sacerdote está protegido de la ira de Anu por un amuleto, pero pierde esa protección cuando Conan le arrebata el amuleto del cuello al sacerdote. Anu se descontrola, creciendo cada vez más hasta que toma al sacerdote en sus manos y lo aplasta. 

Su sed de sangre se calma, Anu se vuelve como un espectro, crece cientos de pies de altura y desaparece de nuevo en los cielos. El sacerdote, al borde de la muerte, es ayudado por un golpe de espada de Conan. 

Conan regresa a la horca, degolla al guardia, corta el cuerpo de su amigo, quema el cadalso hasta los cimientos y entierra a Burgun fuera de la ciudad.